sábado, 6 de agosto de 2016

6 Agosto Riquewihr, Hunawihr, Kaiserberg o alrededores de Colmar





                 
                                 Absentas de 72 grados de alcohol  ¡ Oh, my god, que good !

Comenzaremos hablando del departamento. Situado en pleno centro, pertenece a una pareja que poseen todo el edificio y lo han subdividido y lo alquilan a través de airbnb. Las habitaciones son espaciosas pero la sala y la cocina son de casita de muñecas, en otras palabras, ambientes muy pequeños. Para muestra está Pablo, que midiendo la mitad,  aún así no dejaría de sentirse agobiado.

                                               Gran cocina abierta y de tamaño excepcional

Nuestras 8 horas de jornada laboral como turistas las hemos dividido entre tres pueblos con muchas flores, muchas fuentes con flores, con muchas fachadas con flores y como no, pintadas de alegres colores. La verdad sea dicha, son muy bonitos, lo que ocurre es que a la hora de describirlos se me acaban las palabras y los adjetivos. Todos guardan uniformidad en tipo de construcción, diseño urbano ( Medieval) y sus adornos florales.




Nada mas entrar a Riquewihr nos topamos con el museo de las comunicaciones y el transporte. Un conjunto muy ameno donde vemos desde la evolución de la diligencia con los trajes y las botas especiales que usaban los conductores, a una historia del correo moderno y por último una selección de aparatos de comunicación, Morse, dictafónos, telégrafos franceses que ya funcionaban con las letras del alfabeto hasta llegar a centrales telefónicas que estuvieron en uso hasta 1983.



 Al salir del museo, lo que era un pueblo apacible cuando llegamos, se había transformado de nuevo en aluviones de gentío como en Ribeauville. Aún así lo hemos paseado con gusto por espacio de una hora.
Las comunidades son pequeñas pero abundantes, así cuando se puede ver por encima de los viñedos, se acierta a ver muchos pueblitos diseminados pero  muy cercanos unos de otros, tan solo separados por muchas hectáreas de  viñedos, todos muy prolijos, muy aseaditos y muy ordenaditos.





Hunawihr,  a tan solo 6 km del anterior se nos muestra como un lugar tranquilo y apacible, casi nadie en las calles – creo que todos estaban en Riquewihr- y pudimos pasear el entramado medieval de calles como si fueran nuestros propios dominios.
La iglesia que se halla en un altozano,  está rodeada del cementerio donde se respira el sosiego y el silencio de los camposantos. Desde el,  se divisa todo el valle, el mismo que atisbábamos ayer desde el castillo, pero ahora con el detalle que da la proximidad. Algunas cigüeñas nos deleitan con su elegante batir de alas sobre el mar de vides que nos rodea.
El recinto eclesiástico es compartido tanto por la congregación protestante como por la católica ( Simultaneum, le llaman ellos).





Hoy el tema alimentario se ha cerrado con un éxito sin precedentes. Patatitas salteadas con queso Munster ( apestosísimo como los pies de de alguien que no se lavaaderezado  con un toque fuerte a mierda de vaca) pero eso si, muy sabroso. El plato venía acompañado de una ensalada y una salsa blanca con mucho ajo. Una botella de 1l. de riesling no ha puesto a rezar.
Si al tema gastronómico le añadimos que la púber mesera tenía una sonrisa celestial y era muy bonita ¿ que mas se puede pedir en una comida perdidos en el sur de Alsacia?

 



Contentos y satisfechos hemos dirigido nuestros pasos hacia Kaiserberg. Mas fuentes y mas flores y algo que nunca habíamos visto, una bomba de émbolo gigante.
Cuando ya salíamos del pueblo nos cruzamos con un tren turístico que se dirigía a un tour de viñedos, lo hemos seguido un rato y nos hemos cruzado con mas esforzados de la ruta.  Esta zona es el paraíso de las excursiones en bicicleta.




1 comentario:

  1. HACEDME EL FAVRON CABOR DE TRAERME LOS DATOS DE LA MESERITA ANGELICAL. . .

    "EL DIABLO"

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