Cruzamos con la facilidad que ofrece el tratado de Schengen
la frontera germano francesa.
El primer pueblo al que llegamos dentro de la ruta del vino
alsaciano es Obernai. Ya se encuentran datos de este lugar del año 778. En la
oficina de turismo queremos practicar nuestro francés pero terminamos hablando
español por los conocimientos de la muchacha tras el mostrador. El mercado de
esta ciudad viene celebrándose los martes desde 1301.
Mucho coche aparcado afea el pueblo, imposible retrotraerse
en el tiempo. El pueblo esta amurallado y lleno de bodegas. Nos conjuramos para
visitar alguna.
Antes subiremos al monte St Odile donde se encuentra un
monasterio dedicado a la santa que nació ciega y a los 12 años al bautizarla
recobró la vista. Junto a la tumba de la santa, incrustado en la pared hay un
cristalito que resguarda unas reliquias de Juan Pablo II. Casi lloro, pero de
risa.
Ya bajando de nuevo en busca de nuestra bodega salvadora,
nos topamos con un restaurante que por 15 € nos han dado un bufet de pates y
ensaladas y un costillar de cerdo asado al horno con miel que casi me hace
subir de rodillas, a la tumba de la santa ciega, para darle las gracias.
Por fin, bodega. Nos dan a probar un cremant, vino espumoso
estilo champagne y 8 vinos blancos con uvas de la zona. Yo a la cuarta
probadita como ya me estaba sintiendo un poco piripi y todavía tenía un poco de
conducción por delante he dejado que los demás probaran hasta los 8 prometidos
y yo me he resguardado tras una columna y los he fotografiado. Para cenar nos
hemos comprado una botella de Cremant, una de Riesling y una de un
gewürztraminer glorioso.
tres briagos y un destino
Antes de llegar a nuestros nuevos aposentos hemos pasado por
Mitterbergheim, otro pueblo de 620 habitantes y rodeado de viñedos de un color
verde mágico. Nos hemos encontrado con el mercado semanal y al Monsieur de los
quesos le hemos hecho una compra de 5 quesos para acompañar los vinos
La queseria ambulante de Mittersbergheim
El cambio en alojamiento ha sido muy brusco, de la
modernidad de anoche a la casa típica de la zona con paredes cruzadas por vigas
de madera y espacios reducidos. Tenemos dos recámaras y dos baños……pequeños
mi dormitorio
vista desde la recámara
Mi buen amigo Pablo
que maravilloso viaje, waw. envidia de la buena. gosenlo con todo. abrazo desde michoacan
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