miércoles, 3 de agosto de 2016

3 agosto de la Selva Negra a Dambach la Ville





Cruzamos con la facilidad que ofrece el tratado de Schengen la frontera germano francesa.
El primer pueblo al que llegamos dentro de la ruta del vino alsaciano es Obernai. Ya se encuentran datos de este lugar del año 778. En la oficina de turismo queremos practicar nuestro francés pero terminamos hablando español por los conocimientos de la muchacha tras el mostrador. El mercado de esta ciudad viene celebrándose los martes desde 1301.
Mucho coche aparcado afea el pueblo, imposible retrotraerse en el tiempo. El pueblo esta amurallado y lleno de bodegas. Nos conjuramos para visitar alguna.







Antes subiremos al monte St Odile donde se encuentra un monasterio dedicado a la santa que nació ciega y a los 12 años al bautizarla recobró la vista. Junto a la tumba de la santa, incrustado en la pared hay un cristalito que resguarda unas reliquias de Juan Pablo II. Casi lloro, pero de risa.
Ya bajando de nuevo en busca de nuestra bodega salvadora, nos topamos con un restaurante que por 15 € nos han dado un bufet de pates y ensaladas y un costillar de cerdo asado al horno con miel que casi me hace subir de rodillas, a la tumba de la santa ciega, para darle las gracias.




Por fin, bodega. Nos dan a probar un cremant, vino espumoso estilo champagne y 8 vinos blancos con uvas de la zona. Yo a la cuarta probadita como ya me estaba sintiendo un poco piripi y todavía tenía un poco de conducción por delante he dejado que los demás probaran hasta los 8 prometidos y yo me he resguardado tras una columna y los he fotografiado. Para cenar nos hemos comprado una botella de Cremant, una de Riesling y una de un gewürztraminer glorioso.



                                                  tres briagos y un destino



Antes de llegar a nuestros nuevos aposentos hemos pasado por Mitterbergheim, otro pueblo de 620 habitantes y rodeado de viñedos de un color verde mágico. Nos hemos encontrado con el mercado semanal y al Monsieur de los quesos le hemos hecho una compra de 5 quesos para acompañar los vinos




                                                       La queseria ambulante de Mittersbergheim

 



El cambio en alojamiento ha sido muy brusco, de la modernidad de anoche a la casa típica de la zona con paredes cruzadas por vigas de madera y espacios reducidos. Tenemos dos recámaras y dos baños……pequeños




                                                                    mi dormitorio


                                      vista desde la recámara 

                                     Mi buen amigo Pablo

1 comentario:

  1. maria antonieta claverie6 de agosto de 2016, 23:15

    que maravilloso viaje, waw. envidia de la buena. gosenlo con todo. abrazo desde michoacan

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