La carretera que nos ha de llevar al valle del río Kinzin la
encontramos cerrada al tráfico. Nuestro GPS por más que lo golpeábamos y lo
tirábamos al suelo se empeñaba en indicarnos el camino por la imposible carreta
cerrada. Decido por orientación tomar una carretera que me lleve en la
dirección que quiero, al sur. Nos adentramos en el bosque, vamos a ciegas,
encuentro una señora recogiendo piñas, le digo el nombre del primer pueblo…..y
me suelta una perorata en alemán que creo estar escuchando un interminable
discurso de Himmler. Yo le pongo cara de entenderlo todo, se que por más que
indague no voy a entender nada, solo entiendo la primera indicación “wrait”, y
luego con las manos hace una cruz y dice algo como cruzen, y algo que no
alcanzo ni a discernir con la oreja bien dispuesta que tengo pero que
ayudándose con los gestos, hace un giro con la mano izquierda. Ella sigue y
sigue hablando, yo rezando para que no se me olvide lo único que he entendido.
Por fin con una sonrisa me deja ir. Siguiendo sus instrucciones consigo llegar a otro pueblo.
Allí, un lugareño chapurreador de inglés nos da las últimas instrucciones para
saltarnos el tramos cerrado. We are on the road.
La broma nos ha llevado 72 minutos. En Alpisbach visitamos
su abadía, 5 Eurípides por un monasterio, viejo, sea dicho de paso, y con todas
las indicaciones en el idioma de Goethe. Nos sentimos ultrajados.
Abadía
Next town, Stiltach, pueblo en la confluencia de dos ríos,
el famoso Kinzin y otro, Los paisajes son de “Heidi style” y el pueblo de
postal de la selva negra. Hay un museo del todo ( un poco de rocas, un poco de
fotos antiguas, herramientas, cartas a familiares emigrados a norte América,
pidiendo dinero para reconstruir la iglesia quemada y masssssss.
Luego comimos en un lugar muy flojito. El chef había editado
un libro, pero para mí que se lo había pagado el ya que su comida distaba mucho
de ser un poco menos que abominable.
Restaurante de afamado chef
Plato de afamado chef
Otro pueblo del valle es Haslach. Tiene un muy gracioso
museo del traje de la Selva Negra en un monasterio. Las fotos explican bastante
bien desde el porte y expresión de los maniquíes a los diversos trajes. Cada
pueblo se diferenciaba del otro tanto por los corpiños, color de faldas y
tocados de cabeza. Algunos como se puede ver dignos del “Ripley believe or not .
Se ha puesto a chispear y el cielo se ha cubierto. La
selva negra sin sol es más negrade cabe
Desde Wikipedia:
ResponderEliminarEtimología[editar]
Una de las teorías alude a que el nombre de Selva Negra puede provenir de los densos bosques de abetos de la zona que dan al paisaje una apariencia oscura. Otra teoría (muy mencionada en la zona) es que fueron los romanos quienes le dieron dicho nombre al denominarla Populus nigra, inspirados tal vez en la oscuridad que caracteriza el tránsito y los caminos por los densos bosques que la pueblan. De las dos teorías esta última es la más aceptada.
Y de la comida malita, lo que pasa es que eres un ígnoro; aquí comemos gusanitos de maguey, y allá también pero son Tenias. . .
ResponderEliminarPor otro lado, me queda claro que eres un descreido de la Navidad, esos gorritos son adornos navideños públicos y transportables para animar a los pobres del mundo . . .!!!